Cervical Laminoplasty

Disease Overview

Degeneration of the facet joints and intervertebral discs that connect vertebrae to one another results in narrowing of the spinal canal, known as spinal stenosis. In addition, the arthritic facet joints become bulkier and consume the space existing for the nerve roots. Besides, thickened ligaments and bony outgrowths are also known as bone osteophytes or bone spurs can also narrow the spinal canal. The condition of spinal stenosis, narrowing of the spinal canal, puts pressure on the spinal nerves and spinal cord, causing symptoms such as neck pain, tingling sensation, numbness or weakness that extends to the shoulders, arms and/or hands and bowel or bladder impairment.

What is Cervical Laminoplasty?

A cervical laminoplasty is an operative procedure that involves reshaping/repositioning the bone at the neck region (cervical spine) to relieve excess pressure on the spinal nerves. It can also be performed to relieve the symptoms of the narrowed spinal canal known as spinal stenosis.
Laminoplasty involves repositioning or reshaping of the lamina (roof), unlike laminectomy which involves the removal of the lamina. This procedure is also called an open door laminoplasty because it involves hinging one side of the vertebrae and cutting the other side to form a door, which is opened and placed with wedges made up of bone and instrumentation.

The objective of cervical laminoplasty is to relieve pressure on the spinal nerves by removing the source of pressure without disturbing the stability of the posterior elements of the vertebrae.

Diagnostic Tests Performed before Cervical Laminoplasty

Your surgeon recommends you for cervical laminoplasty after examining your spine, medical history, and imaging results of cervical vertebrae such as X-ray, CT (computed tomography) scan or MRI (magnetic resonance imaging).

Indications for Cervical Laminoplasty

Surgery is recommended only after non-surgical treatment approaches fail to relieve symptoms after a reasonable period.

Cervical Laminoplasty Procedure

The procedure is performed with you resting on your stomach under general anesthesia. Your surgeon makes a small incision near the center of the back of your neck and approaches the neck bones (cervical vertebrae) by moving the soft tissues and muscles apart. The spinal processes of the vertebra are removed. Then, a side of the cervical vertebra is cut to make a hinge. Later, the other side is also cut, allowing the bones to open like a door. The back of each vertebra is bent back to remove pressure on the spinal cord and spinal nerves.

Other compression sources such as bone spurs, excess ligaments and/or disc fragments (discectomy) are also removed. Small wedges are placed in the open space of the door and sealed with proper instrumentation. After the procedure, your surgeon brings back the soft tissues and muscles to their normal place and closes the incision.

Postoperative Instructions following Cervical Laminoplasty

A specific postoperative recovery/exercise plan will be given by your physician to help you return to normal activity at the earliest. After surgery, your symptoms may improve immediately or gradually over the course of time. The duration of your hospital stay depends on the treatment plan.

In a few instances, surgery may also be performed on an outpatient basis. You will be able to wake up and walk by the end of the first day after the surgery.

Your return to work will depend on your body’s healing ability and the type of work/activity that you plan to resume.

Risks and Complications of Cervical Laminoplasty

All surgeries carry potential risks and it is important to understand these so that you can make an informed decision to go ahead with the surgery. In addition to the anesthetic complications, spinal surgery may be associated with some potential risks such as infection, blood loss, blood clots, nerve damage, and bowel and bladder problems. Failure to fuse the vertebral bones with the bone graft (fusion failure) is an important complication of spinal fusion which usually requires an additional surgery.

Laminoplastia Cervical

Descripción de la Enfermedad

La degeneración de las articulaciones facetarias y de los discos intervertebrales que conectan las vértebras entre sí resulta en el estrechamiento del canal espinal, conocido como estenosis espinal. Además, las articulaciones facetarias artríticas se vuelven más voluminosas y ocupan el espacio existente para las raíces nerviosas. Asimismo, los ligamentos engrosados y los crecimientos óseos, también conocidos como osteofitos o espolones óseos, pueden estrechar el canal espinal. La condición de estenosis espinal, estrechamiento del canal espinal, ejerce presión sobre los nervios espinales y la médula espinal, causando síntomas como dolor de cuello, sensación de hormigueo, entumecimiento o debilidad que se extiende a los hombros, brazos y/o manos, así como alteraciones en el control intestinal o de la vejiga.

¿Qué es la Laminoplastia Cervical?

La laminoplastia cervical es un procedimiento quirúrgico que implica remodelar o reposicionar el hueso en la región del cuello (columna cervical) para aliviar la presión excesiva sobre los nervios espinales. También puede realizarse para aliviar los síntomas del canal espinal estrecho conocido como estenosis espinal.

La laminoplastia implica el reposicionamiento o remodelación de la lámina (techo), a diferencia de la laminectomía que implica la remoción de la lámina. Este procedimiento también se llama laminoplastia “puerta abierta” porque implica articular un lado de la vértebra y cortar el otro lado para formar una puerta, la cual se abre y se coloca con cuñas hechas de hueso e instrumentación.

El objetivo de la laminoplastia cervical es aliviar la presión sobre los nervios espinales eliminando la fuente de presión sin afectar la estabilidad de los elementos posteriores de la vértebra.

Pruebas Diagnósticas Realizadas Antes de la Laminoplastia Cervical

Su cirujano le recomendará la laminoplastia cervical después de examinar su columna, historial médico y resultados de imágenes de las vértebras cervicales, como radiografía, tomografía computarizada (TAC) o resonancia magnética (RMN).

Indicaciones para la Laminoplastia Cervical

La cirugía se recomienda únicamente después de que los enfoques de tratamiento no quirúrgico no logren aliviar los síntomas tras un período razonable.

Procedimiento de Laminoplastia Cervical

El procedimiento se realiza con usted recostado boca abajo bajo anestesia general. Su cirujano realiza una pequeña incisión cerca del centro de la parte posterior del cuello y accede a los huesos del cuello (vértebras cervicales) separando los tejidos blandos y músculos. Se retiran los procesos espinosos de las vértebras. Luego, se corta un lado de la vértebra cervical para formar una bisagra. Posteriormente, se corta el otro lado, permitiendo que los huesos se abran como una puerta. La parte posterior de cada vértebra se dobla hacia atrás para eliminar la presión sobre la médula espinal y los nervios espinales.

Otras fuentes de compresión, como espolones óseos, ligamentos excesivos y/o fragmentos de disco (discectomía) también se eliminan. Se colocan pequeñas cuñas en el espacio abierto de la puerta y se fijan con la instrumentación adecuada. Después del procedimiento, su cirujano reposiciona los tejidos blandos y músculos a su lugar normal y cierra la incisión.

Instrucciones Postoperatorias Tras la Laminoplastia Cervical

Su médico le proporcionará un plan específico de recuperación y ejercicios para ayudarle a volver a la actividad normal lo antes posible. Después de la cirugía, sus síntomas pueden mejorar de inmediato o gradualmente con el tiempo. La duración de su estancia hospitalaria depende del plan de tratamiento.

En algunos casos, la cirugía también puede realizarse de manera ambulatoria. Podrá despertarse y caminar al final del primer día después de la cirugía.

Su regreso al trabajo dependerá de la capacidad de curación de su cuerpo y del tipo de trabajo o actividad que planee reanudar.

Riesgos y Complicaciones de la Laminoplastia Cervical

Todas las cirugías conllevan riesgos potenciales y es importante comprenderlos para poder tomar una decisión informada sobre someterse a la cirugía. Además de las complicaciones anestésicas, la cirugía de columna puede estar asociada con riesgos potenciales como infección, pérdida de sangre, coágulos sanguíneos, daño a los nervios y problemas intestinales o de la vejiga. El fallo en la fusión de los huesos vertebrales con el injerto óseo (fallo de fusión) es una complicación importante de la fusión espinal que generalmente requiere cirugía adicional.